Cuando se comienza hablando de la peligrosidad de las drogas y de los toxicómanos, se termina el discurso sobre cómo encerrarlos o perseguirlos. De esta forma, el tráfico al por mayor queda fuera del discurso, lo que beneficia a los verdaderos delincuentes: los traficantes.
Hay niños entre 12 y 15 años que ya consumen alguno de los tipos de drogas, ya sea tabaco, alcohol o hachís, y muchos otros han tenido ofertas múltiples para aceptar o probar estas drogas. Esta oferta se presenta casi siempre en su medio habitual de relación, entre compañeros, por amigos o colegas (algunos de mayor edad que ellos). No se trata en los comienzos del consumo de un mítico traficante, sino que la incitación a probar se produce de forma natural entre el grupo de barrio o de la escuela o instituto.
Los Menores Y Las Drogas En Colombia
viernes, 19 de noviembre de 2010
Las Drogas Y Los Conflitos En Colombia,
Droga y Conflicto Social en Colombia
Droga y conflicto social
en Colombia
El nombre mismo de Colombia tiene el estigma de estar asociado al cultivo, procesamiento y tráfico de cocaína y heroína, lo cual es considerado un “delito” de alcance mundial, ante el cual la comunidad internacional solo piensa en reaccionar con medidas represivas, ya que estas drogas producen un deterioro profundo en la salud física y mental de quienes las consumen.
Desde hace muchos años, los gobiernos de los Estados Unidos se han basado en este hecho para intervenir en Colombia con presencia cada vez más grande de asesores militares, con todo un aparato de investigación y con programas de destrucción de cultivos y laboratorios. Dado que los movimientos insurgentes financian parte de sus actividades con impuestos al comercio de la droga, los Estados Unidos consideran que esto es motivo suficiente para que sus donaciones y sus agentes se dediquen a combatir a la insurgencia, ya bautizada por ellos como “narco-guerrilla”.
lunes, 13 de septiembre de 2010
LOS MENORES Y LAS DROGAS EN COLOMBIA
ESPEJO PARA LOS JOVENES... |
En Colombia cada día aumenta la población infantil consumidora de drogas,
el control de distribución de droga a los jóvenes no se ha logrado ejercer y los niños tienen acceso a las drogas en las puertas de los colegios, en los teatros en la calle.
En cualquier lugar se tejen diferentes versiones sobre el supuesto control que se debería ejercer, desde la corrupción de las autoridades que dados sus bajos salarios aceptan un precio por no proceder y por su silencio, hasta la tan famosa "Ley del silencio" que ha operado en Colombia desde hace muchos años, ley en la cual, el niño es amenazado de muerte al igual que su familia si denuncia al proveedor.
Existen organizaciones completas llamadas "silenciadores" que no permiten que se pueda ejercer un control pleno sobre la libre distribución de droga a los niños en Colombia.
La realidad social de Colombia en relación a la población infantil es que nuestros niños permanecen buena parte de su tiempo libres, solos. La situación económica actual permite a los padres pasar menos tiempo con ellos e invertir en actividades alternas a las escolares es bastante difícil dada esta misma situación económica del país. Ante ello la pregunta es: ¿En qué invierten los niños éste tiempo libre?.
La respuesta general y el ambiente que se respira es que los jóvenes buscan reunirse para divertirse; y uno de los métodos de diversión es el consumo de droga, la música, el baile y el alcohol, que con el tiempo se combinan adecuadamente con la necesidad y el vértigo de incursionar en la delincuencia.
Nuestro sistema de justicia frente a la delincuencia juvenil está dividido en dos sistemas que son el INFRACTOR y el CONTRAVENTOR, siendo éste un método muy flexible para tratar esta problemática. La mayoría de los jóvenes antes de entrar en la delincuencia están plenamente documentados de su situación legal y el temor por esa parte ha desaparecido en una gran mayoría de la población juvenil, conscientes de que al cometer un delito, la ley los protege de la sociedad mas no los hace responsables.
La soledad en que viven, la falta de atención de sus padres y familiares, la educación deficiente, la ausencia de programas de prevención en el ámbito estudiantil y estatal; además, la inexistencia de educación en el área de desarrollo humano, crecimiento personal y la publicidad que los orienta hacia falsos valores son algunos de los factores que influyen en que los drogadictos menores de edad estén engrosando sus filas en Colombia.
La proliferación de bandas juveniles y parches: que son grupos de jóvenes que se agremian por estratificación socioeconómica y cultural como forma de identificación con el medio y con el entorno, son otra forma directa para el niño incursionar en el mundo de las drogas.
Estas bandas juveniles generalmente están armadas, no se ha logrado saber de que manera los niños de 12 años en adelante portan armas de fuego, pero existen registros de niños que han cometido homicidios con arma de fuego sin causa sólo por efectos de la droga. Al consultar a las autoridades e incluso a la misma familia no saben decir exactamente de qué manera llegan las armas de fuego a manos de éstos niños.
La magnificación alrededor de la moda, el lenguaje, los medios y la música es otro factor importante de considerar ya que ésta magnificación es tomada como punto de referencia o de identificación del menor. La situación es pues muy compleja y creo que la mayoría de sociólogos y psicólogos están de acuerdo en que la mayor problemática que enfrentamos es de carácter social, si no se cura una sociedad permisiva, cómplice, indiferente o temerosa según sea el caso, difícilmente vamos a poder hacer algo por muchos niños consumidores, precisamos además de mayor compromiso con la educación de los niños, tanto en el ámbito de educación formal como en la educación intrafamiliar.
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